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jueves, 24 de marzo de 2016

ELLA

Ella

            Cuando la última de sus criaturas exhaló su último aliento, Ella fue asaltada por multitud se sentimientos ambivalentes: alivio, satisfacción, lástima… Pero fue la tristeza la que se apoderó de su alma, haciéndola plomiza. El hecho de saber que objetivamente había sido la única decisión posible y que era un mal necesario e inevitable, no la consolaba. Recordó lo orgullosa que había estado en un pasado de su creación, cuando las criaturas comenzaron a correr por su piel, libres, curiosas, con capacidades muy superiores a las del resto. Ella las había dotado de conciencia, de la capacidad de amar, de una infinita curiosidad, de la posibilidad de aprender, del ansia de conocimiento, de la empatía, de imaginación, del poder de crear. En un principio todo salió según lo esperado, las criaturas la respetaban y veneraban, llegaron a inventar el arte para honrarla, se alimentaban de sus frutos, disfrutaban del hermoso y delicado equilibrio que las rodeaba. Si bien es cierto, que también comenzaban a mostrar los primeros síntomas de lo que ocurriría siglos más tarde; pero una madre siempre es la última en ver los defectos de sus hijos.
            Ocurrió cuando descubrieron la forma de manipularla, el sembrar vegetales y domesticar animales, las convirtió en seres arrogantes y comenzaron a despreciarla, a sentirse superiores. Inventaron cultos que la negaban. Construcciones que la desafiaban.  Las pequeñas e insignificantes luchas primitivas, se transformaron en guerras que dejaban miles de muertos y su vientre teñido de rojo. Las criaturas desarrollaron el odio, el engaño, la ambición desmedida, la envidia, el sadismo, la maldad, ignorando el conocimiento innato sobre el bien y el mal con el que ella las había dotado. Asustada intentó reconducirlas, tratando de reforzar sus bondades y debilitar sus errores.  Dotó a algunas de ellas con capacidades especiales para que extendieran su mensaje. Pero fue en vano, los mataron a casi todos con especial sadismo y, aunque alguno de estos seres diferentes consiguió hacerse oír y extender su llamada, las criaturas lo tergiversaban todo, se negaban a entenderlo, terminaban usando su mensaje para provocar más odio, más guerras, más diferencias, más mentiras… incluso se negaban a admitir que su creadora era un ser femenino, a pesar de las claras evidencias, ¿Acaso los machos son capaces de gestar una bebé? Estúpidas criaturas, Ella las creó para amar, para dar y recibir felicidad.
            Después llegó el conocimiento científico, Ella pensó que el saberse tan insignificantes en el vasto Universo, las obligaría a reflexionar y reconducirían la situación. Pero de nuevo se equivocaba, incluso la cosa empeoró, su arrogancia y estupidez alcanzaron cotas inimaginables. Inventaron armas capaces de destruir su obra por completo, envenenaron su atmósfera, corrompieron sus aguas, mancillaron su sustrato, destruyeron el paisaje transformando hermosos parajes en yermas llanuras de hormigón y el resto de criaturas comenzó a desaparecer. En los últimos tiempos amenazaban con hacer lo mismo en otros planetas. No, Ella no podía ni debía permitirlo, así que tomó la única decisión posible, les había consentido demasiado, sin embargo, lloraba amargamente, sin consuelo, sabedora que tardaría eones en curar su alma… Ya que sus ojos, aún se siguen posando en la maravillas que las criaturas fueron capaces de imaginar y crear. ¿Acaso puede existir una decisión más dura para una madre?


Luis Ángel Fdez. De Betoño 

sábado, 27 de febrero de 2016

BEN BOLKOIEN (Reseña Las Colonias del Sistema Solar. Theia)

"Tengo la impresión, subjetiva por supuesto, de que estamos ante una de esas historias donde se produce el milagro. Me refiero a ese momento de la creación donde los personajes se revelan y toman las riendas de la novela, saltándose a la torera todas las líneas rojas previamente diseñadas por el autor y donde a éste sólo le queda seguir a sus creaciones en su aventura descontrolada, con la vana esperanza de que no desbaraten demasiado la trama."

" Donde un crítico al uso os diría que estamos ante una ecotopía optimista con ligeros toques distópicos, yo os digo que me la suda. Me importa un comino si el exacerbado SCHADENFREUDE del crítico en cuestión le hace desear que todo esto se vaya directamente a la mierda como única compensación a su desgraciada vida. Prefiero contagiarme del optimismo de Betoño y pensar que hay esperanza para la humanidad, aunque ésta sea imperfecta."

"Un conflicto simple que sirve a Luis Ángel Fdez. de Betoño como excusa para contarnos lo que realmente hace especial a ésta novela; los personajes que la habitan. Entre unas muy bien trazadas tramas de acción espacial solventadas con una prosa e ingenio dignos del mejor Asimov, se van deslizando las vidas de unos personajes que van ganando en complejidad a medida que avanza la acción. Unos personajes que coquetean descaradamente con el lector hasta que te enamoras de ellos como un tierno adolescente de 12 años."

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martes, 16 de febrero de 2016

PASANDO PÁGINA (Libni Estefanía)

"Mil puntos por que en una historia mayormente movida por hombres, las mujeres no son damiselas en apuros...ni siquiera las que son esclavas. Gracias por eso Luis Ángel."

"De verdad, ¡me encanta cuando los personajes cambian!

Lo mismo con Víctor, inicia de una forma y a pesar de lo dura que fue su vida desde la adolescencia y de lo rudo que es, no pude evitar sentir esa atracción hacia él por el liderazgo sin cuestionamientos que ejerce sobre el grupo con el que tuvo que trabajar."

"Además de toda la acción que se vive en la historia (porque no logras salir de una sin antes entrar en otra) también encontramos romance y flashbacks del pasado de la mayoría de los personajes."
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